En esta lección aprenderás qué son las prohormonas, qué hacen y cuáles son sus efectos secundarios. Las prohormonas (también conocidas como pro-esteroides) son sustancias que actúan como precursores hormonales. En lugar de consumir un esteroide directamente, se ingiere un compuesto que se convierte en una hormona anabólica durante la digestión, mediante un proceso enzimático que transforma las prohormonas en esteroides anabólicos.
Durante mucho tiempo, las prohormonas estuvieron permitidas en el deporte. Pero cuando el beisbolista estadounidense Mark McGwire admitió haber usado la prohormona androstenediona, estos suplementos comenzaron a recibir mucha atención. Antes de ser prohibidas en 2005, muchos creían que eran potenciadores del rendimiento inocuos, como la creatina o la proteína de suero.
Actualmente, las prohormonas están clasificadas junto con los esteroides anabólicos, y su uso es ilegal. Sin embargo, algunos actores, luchadores y culturistas —que no se preocupan por los riesgos para la salud y no compiten en eventos con controles antidopaje— aún las consumen.
Encuentra más información sobre nutrición deportiva y el abuso de sustancias en el deporte en Nutrición Principal. Debido a que los efectos de las prohormonas son similares a los de los esteroides anabólicos sintéticos, siguen siendo populares en el culturismo y los deportes de fuerza.
En la mayoría de los casos, las prohormonas son precursores de esteroides anabólicos como la testosterona. Se toman para aumentar el nivel hormonal del cuerpo.
Desafortunadamente, los efectos secundarios pueden ser graves.
Tipos comunes de prohormonas:
Los efectos secundarios de las prohormonas son los mismos que los de los esteroides anabólicos. Los efectos más comunes incluyen:
Si tienes una predisposición genética a ciertas condiciones —como la calvicie— el riesgo de desarrollar ese efecto secundario al usar prohormonas es extremadamente alto.
Otros efectos secundarios:
Concéntrate en una buena nutrición en lugar de buscar atajos.
Hay una razón por la que las drogas anabólicas son ilegales: el uso de prohormonas puede provocar problemas graves de salud.
Desde el 20 de enero de 2005, el uso, venta, distribución y fabricación de prohormonas como potenciadores del rendimiento es ilegal en los Estados Unidos.
No obstante, las prohormonas todavía se utilizan legalmente como parte de terapias hormonales para tratar enfermedades como la osteoporosis, la esclerosis múltiple, entre otras.
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