En esta lección aprenderás cómo aplicar las técnicas de masaje de fricción y qué efectos producen. El masaje de fricción es una técnica popular que normalmente se aplica alrededor de las articulaciones. Suele utilizarse para tratar la tendinitis (inflamación de un tendón), aumentar la circulación alrededor de cicatrices y ligamentos lesionados, y tratar adherencias. Aprende más sobre las diferentes técnicas de masaje en la página principal de Masaje y Relajación.
A continuación se presenta una explicación básica sobre cómo aplicar un masaje de fricción:
Coloca uno o más dedos sobre el área afectada. Flexiona ligeramente la mano y, dependiendo de la zona que vayas a masajear, puedes usar los otros dedos para reforzar la posición de la mano.
Siempre hay una fase activa y una fase pasiva. Normalmente moverás las manos (de forma sincronizada) en movimientos circulares lentos (al menos los extremos del movimiento deben ser circulares). No muevas solo los dedos o las manos: mantén los codos, muñecas y dedos firmes, y mueve todo el brazo. Aplica más presión durante la fase activa y reduce la presión durante la fase pasiva. Evita moverte hacia adelante y hacia atrás demasiado rápido. Disminuye el ritmo en la fase pasiva, haz una pausa y luego regresa al punto inicial.
Si estás masajeando músculos grandes, como los isquiotibiales o los abdominales, utiliza todos los dedos juntos, uno al lado del otro. Esto ayuda a prevenir adherencias. Evita aplicar demasiada presión.
Por ejemplo:
Masajea el área alrededor de tu rodilla con los tres dedos del medio. Cruza los pulgares sobre el muslo y masajea los lados de la articulación de la rodilla con los dedos. Usa ambas manos al mismo tiempo. Mantén la pierna relajada.
O bien, cruza los dedos frente a la rodilla y masajea los lados con los pulgares.
Se recomienda pedirle a tu fisioterapeuta que te enseñe la técnica adecuada.
Ninguno